En articulo pasados hemos enfatizado que el dinero es una ficción creada por el hombre en el transcurso de la historia. En última instancia, es una convención, un acuerdo implícito, que en un primer momento recayó en mercancías específicas como el ganado, la sal, las conchas, etc. para luego de un proceso de decantación terminar en los metales preciosos, más precisamente el oro y la plata.
En este artículo nos referiremos a una de las formas màs extrañas de dinero que ha existido, que avala el concepto de convención y que incluso perdura hasta nuestros días aunque en forma limitada. Nos referimos a las piedras de Yap
La originalidad y la importancia de esta forma de dinero es tal, que incluso Milton Friedman dedicó a estas piedras el primer capítulo de su libro Money Mischief. Episodes in Monetary History 1992)
Una isla única en el mundo
Las islas de Yap forman parte de los Estados Federados de Micronesia, un país formado por varios grupos de islas en el Pacífico, al este de las Filipinas, y que cuenta con apenas miles de habitantes.
La historia de esta isla y su moneda están vinculado a Anagumang, un yapes navegador que dirigió una expedición en canoas hace seiscientos años. En una de sus expediciones descubrió las islas de Palau , donde por primera vez vio la piedra caliza.

Como la Isla de Yap era coralina, no había oro, ni plata, ni ningún metal precioso que hiciera el papel de dinero. Lo que existía eran conchas, frutos, dientes de animales, materiales que fueron descartados para su uso como moneda.
Los nativos de Palau permitieron que los yapeses extrajeran la piedra caliza a cambio de carne de coco, collares, así como realizar servicios. Anagumang y sus hombres primero optaron por darle forma de ballenas a las piedras, pero luego optaron por enormes piedras redondas con círculos en el centro para poderlas transportar. Estas piedras se conocen ahora como piedras Rai y cumplieron el papel de dinero en la isla.
Debido a su escasez y dificultad de extraerlas asi como transportarlas, esta peculiar forma de dinero se hizo muy valiosa.

¿De qué depende el valor de las Piedras de Yap?
El valor de estas piedras dependìa de varios factores y no solo de las características de la roca.
Un factor importante es la historia de cada bloque, desde que se extrajo hasta su llegada a la Isla de Yap. Factores como el número de participantes, el número de muertos si hubo accidentes, fueron elementos que se tomaron en cuenta para determinar el valor de una piedra en particular.
Una particularidad que las diferencia de todas las demás mercancías usadas como dinero, es que los bloques de piedra cambiaban de propietario a medida que se hacían transacciones, pero no requerían moverse del lugar por lo que permanecían en espacios públicos o al costado de los caminos. Es decir no era un “dinero transportable” como era usual en todas las mercancías que hicieron el papel de dinero.
Los habitantes de la zona conocían el nombre y la historia de todos los propietarios de las grandes piedras asi como el poseedor final. Esto incluía a las piedras que terminaban en el fondo del mar, como resultado del naufragio de las balsas que se encargaban de su traslado. En consecuencia aún estando en el lecho del mar, las piedras seguían funcionando como dinero y cambiando de dueño, de acuerdo a las transacciones que se iban realizando. En consecuencia era posible que existieran pobladores de la isla con una gran fortuna por poseer grandes piedras … que se encontraban en el mar.
El método usado para transferir el valor de las piedras era simple: Bastaba con declarar que la piedra ya no pertenecía al antiguo dueño y que pasaba a uno nuevo, para que su propiedad sea transferida. La tradición oral de los Yap era el mecanismo que sellaba la propiedad de las mismas.

Como se aprecia, el sistema se basaba en la confianza y honestidad absoluta entre todos los miembros de la sociedad. Cada uno de los pobladores de la isla sabía de quién era cada rai que se encontraba en fincas, casas o el fondo del mar y se respetaba irrestrictamente la propiedad individual.
Un paralelo: RAI, DÓLAR Y ORO
En 1903, el antropólogo norteamericano William Henry Furness III estuvo en la isla y escribió libro sobre las costumbres de sus habitantes, que fascinó a sus lectores especialmente por la descripción del sistema monetario de los isleños. El libro en mención es : La Isla del Dinero de Piedra (1910). Este libro cuenta una historia que permite hacer una analogía con lugares y tiempos modernos.
En 1898, cuando el Gobierno Alemán asumió la propiedad de las Islas Carolinas, muchos de esos caminos estaban en malas condiciones. A los jefes de los distintos distritos se les ordenó repararlos y dejarlos en buenas condiciones. Pero muchos desobedecieron. Finalmente, el Gobierno decidió imponer una multa sobre los jefes desobedientes. ¿Pero cómo cobrar la multa?
Se les ocurrió enviar una persona a los distritos desobedientes, y marcar a las piedras más valiosas con una cruz de pintura negra que significaba que las piedras ahora eran propiedad del Gobierno. Funcionó a la perfección. La gente, sintiéndose más pobre, salió a reparar todos los caminos desde una punta a la otra de la isla, hasta que quedaron impecables. Cuando esto ocurrió, el Gobierno volvió a enviar a sus agentes a borrar las cruces. ¡Listo! La multa había sido pagada, y los miembros de la tribu recuperaron su capital y su riqueza”.
Esta historia por tratarse de yapenses y dinero de piedra puede parecer pintoresca. Sin embargo aún cuando esté recubierta de modernismo, situaciones similares se puede apreciar en la historia del oro y los Bancos Centrales.
Así, Milton Friedman señala que en plena Depresión de los 30s, el Banco de Francia temía que Estados Unidos abandonara el patrón oro. Por ese motivo, solicitó al Banco de la Reserva Federal de Nueva York que convirtiera los dólares de su propiedad que se encontraban en esa entidad, en oro.
Para evitar el envío del oro a través del océano con todos los riesgos que ello implicaba, el Banco de Francia solicitó al Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos, que una vez hecho el cambio, guardara el oro en la cuenta del Banco de Francia.
Para cumplir con este mandato, los funcionarios del Banco de la Reserva Federal fueron a la bóveda de oro, separaron en una caja fuerte la cantidad de lingotes de oro que correspondía a los dólares del Banco de Francia y le pusieron un sello, indicando que era propiedad de los franceses.
Si se hace un paralelo con el caso anterior es equivalente a la marca de “una cruz de pintura negra”, como hicieron los alemanes en las piedras de los Yap.
Al día siguiente, los periódicos financieros informaban sobre la “pérdida de oro” de parte de La Reserva Federal de Estados Unidos y la subida de reservas de oro del Banco de Francia. Los analistas y mercados especulaban que esto impactaría en los tipos de cambio de las monedas de ambos países, pues el dólar se debilitaría mientras que el franco se fortalecería. Este y otros factores desencadenaría el pánico bancario de 1933.
¿Se siguen usando actualmente las piedras RAI?
A principios del Siglo XX y producto de los cambios geopolíticos se empezó a utilizar en estas islas el dólar y el yen como dinero, especialmente para transacciones menores.
Sin embargo National Geographic señala que en la actualidad cosas importantes como la compra de una una casa, un terreno, herencias, marimonios o la realización de tratados entre jefes, se siguen utilizando estas piedras.
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The Island of Stone Money The Island of Stone Money , Working Papers in Economics E-, Working Papers in Economics E-91-3, The Hoover Institution.