En el artículo del trueque señalamos que debido a la división del trabajo y la necesidad del intercambio, una determinada mercancía empezó a demandarse ya no por su valor de uso sino por su valor de cambio. Todas empezaron a cambiarse por esta mercancía, porque con ella era más fácil conseguir cualquier otra, convirtiéndose de esa manera en el equivalente general, es decir, dinero en su forma más limitada, pues solo funcionaba en determinada tribu.
En el ejemplo que usamos en el artículo anterior fue la gallina, pero en otros lugares el rol de equivalente general o dinero fue desempeñado por diversos productos como los granos de tabaco, las conchas especiales, dientes de tiburón, pieles, ganado, sal, etc. Estos dos últimos han dejado su huella hasta la fecha. Efectivamente el término pecuniario viene de la palabra pecuario que se remonta a los tiempos en que el ganado era utilizado como equivalente general.
El caso de la sal es más interesante. Este mineral tenía un valor de uso bien valorado, pues se utilizaba para conservar alimentos, además de ser un antiséptico para heridas y detener hemorragias, incluso los egipcios lo utilizaron en sus fardos funerarios. Pero fue en el Imperio Romano donde adquirió importancia como antecesor del dinero universal, pues los soldados y funcionarios públicos recibían sal como pago por sus servicios. De ahí surge el término salario, que se utiliza hasta la fecha para definir la remuneración de los empleados contemporáneos.
Inclusive en una isla del Pacifico los pobladores a falta de recursos naturales usaron grandes piedras como dinero, que debido a su tamaño no se movían aun cuando cambiaran de dueño. Debido a su particularidad y su permanencia en el tiempo, será motivo de un artículo especial.
Pero los productos que funcionaron como equivalente tenían problemas, pues algunos como el ganado son indivisibles. En efecto si se desea cambiar vaca por hachas y el valor que le corresponde entregar es ¼ de vaca ¿Cómo hacerlo?.
Asimismo mercancías como la sal no podían mantener su valor en el tiempo, pues eran muy sensibles a la humedad y la lluvia por citar dos casos. La homogeneidad fue otro problema para las mercancías que aspiraban convertirse en dinero, pues no se podía garantizar que todas las unidades fueran homogéneas. Por ejemplo en el caso de del ganado, no es lo mismo un toro sano que otro enfermo, como tampoco el valor de una vaca preñada es igual al de una que no esté en tal estado.
Por esos motivos el rol de equivalente general fue pasando de un bien a otro, hasta que finalmente ancló en los metales. Y luego se fue decantando hasta ubicarse en los metales preciosos: oro y plata, para finalmente elegir el oro, que de este modo se convirtió en el equivalente universal, es decir dinero en toda la acepción del término.
En consecuencia el oro ya no solo fue la mercancía que se usaba como equivalente general en una tribu determinada, sino pasó a tener un protagonismo universal. Y por ello se le conoce como la primera manifestación del dinero: dinero mercancìa.
¿POR QUÉ EL ORO CUMPLE EL PAPEL DE DINERO ?
Una de las preguntas que siempre está presente, cuando se piensa en la relación del dinero con el Oro es ¿Por qué el oro?
No es necesariamente porque sea el más escaso, pues hay otros metales que lo son aún más, como el platino; pero el problema de este metal es que alcanza fusión a más de 1700 ªC. Y para cumplir con el rol de dinero, requiere que sea moldeable en monedas, como veremos más adelante.
El hierro podría ser otro candidato, pero el inconveniente es que se oxida y es opuesto al platino: es decir se puede disponer grandes cantidades. El oro no se oxida y no es tan escaso, pero tampoco es abundante como otros minerales.
La plata, la hermana menor, tiene el problema que se oscurece con la exposición al aire.
De otra parte, como señalan algunos autores su color dorado es el que ha encandilado a los hombres de todos los tiempos. En las culturas antiguas se le ha identificado con el brillo del Sol, al que se consideraba como uno de los dioses principales, o el único en algunos casos.
La belleza de su color es lo que lo hace diferente a los demás metales. Belleza que no cambia con el tiempo, pues como se aprecia en las artesanías preincas, éstas se mantienen como en sus años iniciales, a pesar de los siglos que han transcurrido, cosa que no ocurre con ningún metal que aspire a ocupar su sitial.
Finalmente, ya en la antigua Grecia, Aristóteles se hacia la misma pregunta y respondía que son cinco los motivos por los cuales el oro fue el puerto final en la historia del dinero -mercancía. Veamos cuales eran las razones:
- Es durable, es decir es antidestructible, Mantiene sus cualidades por mucho tiempo. No se destruye como los productos orgánicos.
- Divisible, es decir puede convertirse en pedazos más pequeños o grandes sin perder su valor. Esto no ocurre con seres vivos o otras mercancías cuyo valor está en la unidad total.
- Consistente, es decir tiene el mismo aspecto en el tiempo y en consecuencia puede ser reconocido por varias generaciones
- Conveniente, lo que permite reunir en una pequeña porción una gran cantidad de valor. Esto excluye a las mercancías que son abundantes.
- Tiene valor intrínseco, que puede interpretarse que tiene un valor de uso perse. El oro se usa en joyería y todas las culturas importantes la usaron en alfarería para crear objetos en honor a sus dioses o culturas.
Esto marca una gran diferencia con los billetes creados por los Bancos Centrales, que no tienen esta característica, pues el valor intrínseco de los billetes es simplemente el de un trozo de papel, cuyo valor es insignificante frente al que tiene designado.
En conclusión
El anclaje del dinero en el oro fue resultado de un proceso, en el que el homo sapiens fue buscando la mercancía que mejor se adapte para satisfacer sus necesidades de comercio y almacenamiento de valor.